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¡Bombones! Si en el último post de belleza os hablé de unos maravillosos exfoliantes faciales, hoy os traigo otros igual de estupendos ¡para nuestro cuerpo! :)

El primero es para piel normal o grasa y necesitáis: Tres cucharadas  de sal gorda o sales de baño, dos de aceite de almendras dulces o aceite de oliva y el zumo de medio limón. Lo mezcláis en un frasco de vidrio y ¡listo! Con la piel húmeda, aplicadlo con movimientos circulares suaves. Retirad con agua.
Además de su refrescante olor a cítrico, este exfoliante os dejará la piel suave e hidratada, gracias al aceite de almendras.
Si tenéis la piel sensible, podéis utilizarlo sólo en aquellas zonas más secas como codos o rodillas.
El segundo es para piel seca y necesitáis: Tres cucharada de azúcar moreno o blanco, dos de aceite de oliva y un plátano maduro pequeño. Machacad el plátano hasta obtener una pasta y mezclad con el resto de ingredientes.
Aplicad de la misma forma que el anterior.
El plátano os aportará un extra de nutrición e hidratación para tener una piel suave al instante.
¡Espero que os guste y los probéis!